Con los hermanos Tellechea por Irati

La investigación sobre la tecnología de los cables aéreos aplicada al medio forestal de Euskal Herria en las decadas de mediados del siglo XX. nos está llevando a Inazio y a servidor más tiempo del que yo personalmente me esperaba: Hay que estar con los testigos todavía vivientes, ponerse las katiuskas y visitar lugares remotos… y todo ello nos consume tiempo, mucho tiempo.

Ni Inazio ni yo somos investigadores profesionales y las labores de investigación las hacemos cuando nuestras obligaciones laborales y/o familiares nos lo permiten. Bueno, creo como casi todo quisqui que alguna vez se ha picado por algún tema y ha empezado a indagar sobre la fascinante vida social de las amebas fosilizadas del Flysch de Zumaia.

En el post de hoy vamos a contar una cosa «viejuna». Digo antigua, porque es un post que lo tenía que haber redactado tan pronto como el 19 de julio pasado hubimos vuelto a casa de una visita de campo que hicimos Inazio y yo junto a dos personas extraordinarias que nos están ayudando en nuestra investigación: Antonio y Josecho Tellechea.

Inazio, Josecho y Antonio

Inazio, Josecho y Antonio en Errekaidorra.

Antonio y Josecho son hijos de Antonio Tellechea, el cual nació en 1899 en Donamaria y mudándose a Otsagabia, a partir de finales de la decada de 1940 se dedicó a la explotación forestal de bosques del pirineo navarro utilizando cables aéreos. Casualmente, Antonio Tellechea comparte el mismo año de nacimiento que quien fué mi abuelo, Bixente Esquisabel «Purico» y coincidieron en múltiples ocasiones en su labor como instaladores de cables aéreos a las órdenes de la Compañía El Irati.

Antonio Tellechea, 1899-1982.

Antonio Tellechea, 1899-1982.

La jornada del 19 de julio fué intensa y fructífera, no únicamente por el lujo que fué el que tanto Josecho como Antonio nos hicieran de guías en toda la Selva de Irati bordeando el embalse de Irabia, sino porque nos abrió nuevas líneas de investigación y acceso a material gráfico perteneciente a su colección familiar muy-muy interesante sobre nuestro tema de investigación y que no ha visto la luz pública.

En nuestra tarea de investigación tengo contínuamente presente unas palabras que mi buen amigo Luis Mari Zaldua me recomendó a la hora de iniciar ésta investigación y es la de tener claro que hay que acotar hasta donde llega el tema objeto de estudio. Si inicialmente junto a Inazio empezamos la investigación allá por primavera del 2011 la figura de mi abuelo Bixente Esquisabel «Purico», el tema nos pedía ampliarlo al uso de la tecnología de cables aéreos y su uso en las explotaciones forestales en el ámbito de toda Euskal Herria: Incluso he conocido carranzanos del barrio de Lanzasagudas que trabajaron como cablistas en 1953!

Es difícil ceñirse al consejo de Luis Mari, pero en éste arduo camino yo al menos, aparte de aprender un montón, me lo estoy pasando pipa.

Mil gracias a Josecho y Antonio de parte de Inazio y mí por la esplendida jornada del pasado 19 de julio!!

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